viernes, 14 de marzo de 2014

LA EXPULSIÓN DE BILEK EN SU DEBUT


Me río del vecino es una página de humor dedicada a los dos equipos de la ciudad, que cuenta el pique sano, la rivalidad y la guasa sevillana en imágenes. Hoy sin embargo, invitados a esta casa, no serán imágenes lo que nos ofrezcan sino una de esas historias de los más extrañas que tanto nos gustan: Como expulsaron Bilek por insultar al árbitro cuando apenas llevaba unos días en nuestra ciudad.

Ésta es la historia de cómo expulsaron en su primer partido a Michal Bilek, ex-jugador del Betis y del Sparta de Praga y ex-entrenador de la selección de la República Checa (antigua Checoslovaquia). Ocurrió el día de Reyes de 1991, el checo era el último fichaje de invierno y nada más aterrizar debuta con toda la cara de papa en el Heliodoro Rodríguez de Tenerife. El equipo chicharrero lanza una falta, los jugadores se amontonan en el marco del Betis, Francis le pega duro, logra despejar Trujillo, el balón rechazado llega a Pier, que cabecea sobre la meta, Ivanov saca el cuero justo en la raya pero no lo entiende así el colegiado de la contienda, Urizar Azpitarte, que está sobre la jugada y no duda en dar el primer gol. Se forma la marimorena, Trujillo ve la tarjeta por protestar y cuando el árbitro la está anotando se vuelve hecho una furia y saca roja al debutante Bilek. En la radio el Araujo no daba crédito como podían echar a un jugador por protestar con roja directa si acaba de llegar y no conoce nuestro idioma y en el acta el árbitro refleja que la pintoresca expulsión se debe a  que Bilek le llama "BOBO". Posteriormente Michal explicó que lo que dijo fue una expresión checa que suena como “bobo” que significa “Dios mío”.

Ese tipo de cosas solo le pueden pasar al equipo de las treces barras, donde la gloria, las anécdotas y las tristeza se mezclan y se unen en la historia de este club, el partido acaba finalmente con empate a uno con gol de Miguel Angel I. 

Bilek era jugador de toque fino, tenía mucho sentido común y jugaba con ambas piernas, por la zona ancha del campo, tenía un aspecto cristalino excepto los días de calor que cambiaba a rojo mariscado. Siempre que cogía su forma física acababa lesionándose, fue un buen refuerzo pero la temporada del Betis olía mucho a segunda desde el primer momento. Al año siguiente empezaron a venirse jugadores y entrenador de Checoslovaquia en lo que se llamó el “Checobetis”: Jarabinsky, el avioncito Grussman y el famoso delantero Roman Kukleta, recordemos aquel famoso chiste que decía que el Betis era el menú de los tiesos porque eran “10 papas fritas y una Kukleta".

Artículo cortesía de Me río del vecino (@Meriodelvecino)

3 comentarios:

Meriodelvecino dijo...

Siempre estaremos con la buena gente!!!. Muchas gracias por hacernos pasar esos buenos ratito leyendo vuestra historia.

Dani dijo...

El padre de un amigo mío me habló de esta historia en su día, si bien confundía a Bilek con Kowalczyk...

Fesaro dijo...

Todo un crack cuando jugaba y estaba en plena forma